BUENOS AIRES.- La Cámara de Diputados convirtió ayer en ley la reforma del impuesto a las Ganancias que eleva el mínimo no imponible a $ 37.000 de salario bruto para los casados con hijos y a $27.941 para los solteros.
La iniciativa, llamada ahora impuesto a los Altos Ingresos, fue sancionada por 167 votos aportados por Cambiemos, el Frente Renovador, Progresistas, el bloque Justicialista, Movimiento Evita, el Frente Cívico de Santiago del Estero, y Junto por la Argentina.
El Frente para la Victoria se ausentó de la sesión porque quería que se debatiera primero su dictamen de minoría, solicitud que no está contemplada en el reglamento, aunque se quedaron en el recinto el presidente del PJ, José Luis Gioja, y sus pares Ramón Tovares, Sandra Castro, y la tucumana Miriam Gallardo. Los cuatro votos de rechazo fueron de los diputados del Frente de Trabajadores de Izquierda Néstor Pitrola, Laura Sosa, Pablo López, y Juan Carlos Giordano, mientras que se abstuvieron los legisladores puntanos Luis Lusquiños, Berta Arena y Alcira Argumendo, de Proyecto Sur.
El costo fiscal de la reforma de la cuarta categoría será de unos $ 50.000 millones, de los cuales $ 27.000 millones están incluidos en el Presupuesto, y el resto se compensará con impuestos al juego y aumento del consumo. Los $ 6.000 millones de coparticipación que aportarán las provincias se compensará con el 2 % destinados a Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
La discusión
El debate, que se extendió por dos horas, fue abierto por el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina (PRO) quien aseguró: “el proyecto viene a reparar una injusticia histórica, las profundas inequidades y distorsiones que se fueron generando en los últimos años, que implicaron subirles los impuestos a los trabajadores sin pasar por el Congreso nacional”.
En ese sentido, Laspina atribuyó el crecimiento del impuesto a las Ganancias a la inflación “que el anterior Gobierno ocultó” y definió al proyecto aprobado por el Senado como “fruto” del diálogo con gobernadores, CGT, Gobierno y distintos bloques legislativos. “Hubo una decisión valiente por parte del presidente Macri, que fue primero convocar al diálogo”, agregó.
Por su parte, Gioja justificó su decisión de participar de la sesión al afirmar: “que hayamos acordado no significa que estemos todos felices ni que este proyecto sea el mejor de todos”. El legislador sanjuanino defendió la quita de retenciones a la minería porque “es la única actividad que hizo que mi provincia crezca” y dijo que si se tiene que analizar tributos a actividades productivas se debería mirar la Pampa Humeda.
Desde el Frente Renovador de Sergio Massa, Héctor Daer, integrante del triunvirato que conduce la CGT, destacó: “es fundamental avanzar en este debate que por error político de este gobierno no se llevó a cabo antes”. Y cuestionó a algunos gobernadores que “sobreactuaron en contra de lo que habíamos dispuesto”. (Télam)
Para un trabajador soltero con un salario bruto mensual de $ 40.000, la carga tributaria de Ganancias representa este año un 9,4 % de sus ingresos, guarismo que caería a 6,2 % en 2017 bajo las nuevas reglas del Congreso, según el Ieral de la Fundación Mediterránea.
Si bien la presión tributaria será mayor (para salarios constantes en términos reales) que la de fin de los ’90, cuando la incidencia de Ganancias fue de 1,2 % (año 1998), es sensiblemente inferior al guarismo de 15,4 % registrado en 2015, señala el informe privado.
Hoy, para ser alcanzado con la alícuota del 35% se debe tener ingresos anuales netos mayores a $120.000, mientras que con los cambios se comenzará a pagar 35% del impuesto para mayores a $ 320.000 anuales, esto es, ingresos 2,7 veces superiores a los actuales.
Un aspecto destacable del nuevo proyecto es que contempla la actualización anual automática de los parámetros, algo que erróneamente no había sido considerado en el proyecto original, sostiene un reporte del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
La desgravación del valor suplementario de las horas extras prestadas en feriados, genera algunas situaciones negativas: abre una puerta a la elusión del tributo e implica que contribuyentes con idénticos ingresos puedan pagar montos diferentes de impuesto, advierte el Iaraf.
Del costo fiscal estimado por la Nación en $ 35.000 millones, los cambios en Ganancias pueden implicar una baja de recursos coparticipables para Tucumán que van desde los $ 704 millones hasta los $ 913 millones, según quien absorba la retracción, plantea el Ieral.
Nuevas pautas
Las flexibilidades del proyecto sancionado por el Congreso
La ley de Ganancias que avaló el Diputados, luego de la media sanción que recibió en el Senado, fija niveles de deducciones más generales y deja sin efecto la compleja “fórmula progresiva” del proyecto aprobado, en primera instancia, por Diputados. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la ley elimina las deducciones decrecientes a medida que aumentan los ingresos, lo cual evita saltos en el cálculo del impuesto. Además, reduce la batería de nuevas deducciones que establecía el proyecto aprobado por Diputados. También reduce la existencia de remuneraciones no alcanzadas por Ganancias, con lo cual limita las posibilidades de evasión. El Iaraf señala que la norma abandona la idea de reinstaurar impuestos recientemente eliminados. “Esto suponía una pésima señal de incertidumbre para futuros inversores”, observa.
Además, el informe recalca que se abandona la idea de gravar la renta financiera, situación que debería ser estudiada con más profundidad.
Pisos y deducciones
Más trabajadores quedarán exentos con los nuevos topes
El proyecto de ley para reformar Ganancias, que sancionó el Congreso, con previo respaldo del Gobierno, de la CGT y de un sector de la oposición, incrementa los mínimos no imponibles y las deducciones. La propuesta original del Gobierno hacía foco en el ajuste de los tramos de las escalas para calcular el tributo. Según el informe que elaboró el Iaraf, mientras en el proyecto original el aumento en las deducciones era sólo del 15% para los solteros, y un porcentaje menor en los casados por la eliminación de la deducción de cónyuge, en el nuevo proyecto, sancionado por el Congreso, se establecen incrementos en torno al 21,5%. “Esto provocará que no se crezca, luego de las aumentos previsibles en las paritarias, la cantidad de empleados alcanzados por el tributo. Los tramos de escala que iban a experimentar una suba -gradual durante tres años- muy significativa en el proyecto original, en la nueva ley se prevé una modificación más moderada, de entre el 300% y el 167%.
Quiénes se benefician
Los casados con hijos que cobren entre $ 30.000 y $ 37.000 brutos
En virtud de la nueva norma, los trabajadores casados y con dos hijos, que perciban salarios brutos que oscilen entre $ 30.000 y $ 37.000 quedarán exentos del pago de Ganancias. La misma ventaja tendrán los solteros que cobren entre $ 26.000 y $ 28.000 brutos por mes. En el proyecto original tributaban entre el 2% y 3% de sus ingresos netos.
En su reporte, Iaraf subraya que, por el contrario, la mayoría de los trabajadores alcanzados por el tributo experimentarán (en 2018 y en 2019) una reducción de tasa efectiva menor con los nuevos parámetros, gracias a ajuste de los tramos de escala. “En este esquema los mayores perjudicados serán los trabajadores autónomos que, al tener deducciones menos significativas que dependientes, serán afectados por la insuficiente actualización de los tramos de la escala”, advierte el informe. “El proyecto original hacía foco en el atraso de los tramos de la escala, que genera un esquema tributario diferente al resto de los países”, insiste el Iaraf.
Presión tributaria
Los ingresos alcanzados por el tributo pagarán un monto mayor
Si se compara con el año 2001, en ese entonces el mínimo no imponible para un trabajador casado con dos hijos era de $ 21.600 netos anuales. En la actualidad, con la nueva norma, se ubicará en $ 398.000 anuales, es decir un aumento del 1.746%. El Iaraf afirma que, por el contrario, los tramos de la escala de Ganancias experimentarán, a partir de la nueva ley, una actualización notablemente inferior, de entre el 167% y el 300%. “La combinación de estos factores hace que menos empleados queden alcanzados por el Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, a quienes deben tributarlo les absorberá un porcentaje mucho mayor de su salario neto”, recalca el estudio. “En el proyecto sancionado por el Congreso, si bien experimentarán una reducción de su presión tributaria respecto de los niveles elevados a los que había llegado en los últimos años, la proporción de ingresos afectada será mucho más moderada que en el caso de haberse aprobado el proyecto original del Gobierno”, observa el informe.
Quiénes son los perdedores
Sigue vigente el riesgo de que el monotributo expulse contribuyentes al régimen general
La nueva ley de Ganancias tiene como principales perdedores a los trabajadores autónomos que pagan el Monotributo. La norma modifica los montos de facturación de las categorías de este régimen. El Iaraf considera que estos cambios eran necesarios, ya que habían quedado desactualizados por la inflación. Pero advierte sobre los riesgos de expulsar monotributistas al régimen general. Un monotributista de la nueva categoría “H” (con una facturación anual tope $ 700.000) pagará un impuesto anual de $33.600, es decir el 4,8% de su ingreso. Si ese contribuyente se pasa al régimen general por un peso adicional de facturación deberá tributar en concepto de Ganancias $ 109.500 si es casado con dos hijos o $ 143.500 si es soltero sin hijos. “La reducción de este diferencial es una distorsión que deberá ser corregida si se quiere tener un sistema tributario razonable”, explica el informe.
Comparaciones
Los trabajadores argentinos son los que más pagan ganancias en el cono sur de América
Los parámetros del Impuesto a las Ganancias, establecidos en la nueva ley que sancionó el Congreso, colocan a la Argentina como el país de América del Sur en la cual los trabajadores registrados empiezan a tributar desde niveles salariales más altos (unos U$S 2.000 mensuales para el casado con dos hijos, frente a valores menores a U$S 1.000 en Uruguay, en Chile y en Perú). Sin embargo, según advierte el Iaraf en su análisis del sistema tributario, cuando los contribuyentes empiecen a pagar, casi en forma inmediata, serán los que más pagan en la región.
A modo de ejemplo, el estudio señala que un trabajador argentino comenzará a pagar la alícuota más elevada con un ingreso mensual de U$S 3.500, mientras que en Perú, en Chile y en Uruguay lo hace desde, aproximadamente, los U$S 6.000 (en Perú), desde los U$S 11.500 (en Chile) y desde los U$S 14.000 (en Uruguay).
Gravámenes para el juego
El Gobierno necesita cubrir un hueco fiscal de $ 7.000 millones adicionales en el Presupuesto
La decisión de gravar el juego se mantuvo en la normativa de Ganancias. Los mecanismos previstos son dos: un incremento en la alícuota para la actividad, que pasa a ser del 41,5%, y la implementación de tributos específicos sobre las apuestas. Además, se ratifica el impuesto del 15% sobre las operaciones de “dólar futuro”, indica el reporte del Iaraf. Con estos instrumentos, el Gobierno buscará financiar el costo adicional que representarán los cambios en Ganancias. La otra fuente de cobertura fiscal provendrá de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). La idea del oficialismo es cubrir los $ 8.000 millones adicionales que representa el nuevo esquema de Ganancias, respecto del proyecto original del Poder Ejecutivo, que no prosperó en la Cámara de Diputados. El Presupuesto de 2017 prevé un costo fiscal de $ 27.000 millones por los cambios en Ganancias, contra los $ 35.000 millones del nuevo régimen.
Los trabajadores dependientes alcanzados por el impuesto experimentarán una reducción de su tasa efectiva respecto a la que afrontaron en 2015 y en 2016, según un reporte del Iaraf.
A partir de un salario bruto mensual de $ 54.000, la reducción en la tasa efectiva derivada de la aplicación de los nuevos parámetros será menor a la planteada, a partir del tercer año, en la reforma gradual original.
En el proyecto que originalmente impulsó el Gobierno hacía foco en el ajuste de los tramos de escala. En el nuevo, esos cambios serán más moderados y habrá un aumento mayor en los mínimos y deducciones.
Según el Ieral, si bien las deducciones aumentan 23% para 2017, si los salarios lo hacen en un porcentaje similar, no habría mayores cambios en el salario que comienza a pagar Ganancias, en moneda constante.
Los cambios introducidos lo que hacen es bajar aproximadamente entre 40% y 10% la carga del impuesto sobre el salario bruto, en este caso para el caso del trabajador soltero.
La mayor reducción se da para salarios menores, según el Ieral de la Fundación Mediterránea, lo que ayuda a acentuar la progresividad del impuesto, que en buena media había perdido en los últimos años.